Los viejos depósitos de tela, los pulguerios, algún señor o señora que hayan guardado telas, lanas, cueros. Todo sirve para nosotros.

Todo es riqueza pura y les digo más:
cada tesoro rescatado esconde una historia y la nostalgia de un tiempo que fue.

Quizás ese tejido 🧶 componía un jardinero de cuando éramos niños, o el pantalón de alguna madre canchera paseando por la 🏖️ costa atlántica, o quizás la lana del sobretodo de un abuelo 👴🏻 estiloso que aún guarda sus joyitas en el viejo placard.

En esta colaboración con nuestros amigos de Astor Querido rescatamos gabardinas de hace 40 años y las hicimos vivir nuevamente.